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La Travesía de David Attenborough al Centro del Movimiento Climático

Artículo original publicado en inglés por Sentient Media


Durante años, Sir David Attenborough inspiró curiosidad y asombro por el mundo natural como ningún otro presentador de televisión lo había hecho antes. Pero recientemente, el tono de sus programas ha cambiado, adoptando un acercamiento más crítico al mundo natural y cómo está cambiando. Después de más de medio siglo en el centro de atención, Attenborough se encuentra en el centro del movimiento climático. Aunque le tomó algunos años llegar allí.

El Naturalista David Attenborough en "A Life on Our Planet" de Netflix

Attenborough aplicó a un trabajo en la radio de la BBC hace 70 años, cuando tenía 26. Fue rechazado. En cambio, le ofrecieron un trabajo en televisión, donde hizo su debut como presentador de la serie documental “Zoo Quest” en 1954. Desde entonces, Attenborough ha presentado casi 50 series documentales y más de 30 documentales individuales, acercando las maravillas naturales, de animales y el medio ambiente a la pantalla.


La pasión de Attenborough por contar historias lo ha convertido en una inspiración para toda una generación de biólogos, viajeros, ecologistas, conservacionistas y otros presentadores como Chris Packham, Liz Bonnin y Steve Bakshall. Incluso la famosa activista ambiental Greta Thunberg ha reconocido el impacto de Attenborough en su trabajo.


Pero las primeras representaciones de Attenborough del mundo natural tenían sus propios defectos. En su primer programa de televisión, “Zoo Quest”, estrenado en 1954, viajó por todo el mundo en busca de animales exóticos para capturarlos y llevarlos al Reino Unido para exhibirlos en el zoológico de Londres.


Más tarde, comenzó a cuestionar el motivo del programa. “Fue muy insatisfactorio hacer que los animales parecieran monstruos”, mencionó Attenborough en una entrevista con Chris Packham. En “Zoo Quest” también se le puede ver comiendo huevos de tortuga y saltando sobre animales, persiguiéndolos y tirando de ellos por la cola para filmarlos. Pero 50 años después admitió su arrepentimiento. “Lo siento por ese tipo de cosas. Pero esos fueron días diferentes”, dijo.


De naturalista a activista


La actitud de Attenborough hacia los animales ha cambiado notablemente a lo largo de su carrera. Hacia fines de la década de 1970, en una de las escenas más famosas de “Life on Earth”, se le puede ver compartiendo un momento de tranquilidad con un grupo de gorilas de montaña. Para 1990, en “The Trials of Life”, los animales descritos por Attenborough habían pasado en muchos casos de ser llamados “eso” a “él” o “ella”.


Desde entonces, los documentales de Attenborough han reflejado las investigaciones más recientes en el estudio del comportamiento animal. En sus programas, los animales suelen ser retratados mayormente como individuos con personalidades, emociones y relaciones sociales complejas. De hecho, si no fuera por los documentales de Attenborough, es posible que muchos espectadores nunca hubieran imaginado tales habilidades en mamíferos y aves, y mucho menos en peces, insectos, arañas y otros invertebrados. Una investigación del University College Cork en Irlanda muestra que sus películas pueden incluso ayudar a conectar "sociedades cada vez más urbanizadas con el mundo natural".


A diferencia de otros documentales sobre animales, que a menudo se centran en la violencia y el sufrimiento inherentes a las poblaciones salvajes, los documentales de Attenborough transmiten por primera vez muchos de los últimos avances cognitivos y éticos en el estudio de los animales. Él presenta a los animales como individuos con quienes compartimos el mundo y por quienes debemos preocuparnos.


Su relación con las tortugas es un excelente ejemplo de este cambio. En "Attenborough: 60 Years in the Wild", Attenborough dedica una escena a recordar el declive mundial de las tortugas, y en "Planet Earth II", hace un llamado a la gente para que respete a las tortugas bebés mientras son atropelladas por automóviles en la ciudad. Sin embargo, de acuerdo a la BBC, “él no comenzó a hacer programas con la conservación en mente”, y ha sido criticado por mostrar el mundo intacto y prístino, a pesar de los devastadores impactos que los humanos tienen en él.


Pero en los últimos años, ha dado un giro importante en su carrera. A partir de la década de 2000, Attenborough comenzó a presentar trabajos que podrían etiquetarse como documentales "ambientales" en lugar de "de naturaleza". Tal es el caso de “State of the Planet” (2000), “The Truth About Climate Change” (2006), “How Many People Can Live on Planet Earth?” (2009) y, más recientemente, “Climate Change: The Facts” (2019), “Extinction: The Facts” (2020), and “Breaking Boundaries: The Science of Our Planet” (2021).


El legado de Attenborough


Attenborough no se limitó a escuchar a las críticas, que lo acusaron de no incluir el impacto humano en los paisajes que mostraba. Convirtió el asunto en el trabajo de su vida. En “Seven Worlds, One Planet” (2019) y “A Perfect Planet” (2021), Attenborough combina el estilo visual de los documentales de naturaleza con un mensaje ambientalista renovado, demostrando una clara preocupación por la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global y la deforestación.


En el aclamado documental de Netflix, "A Life on Our Planet", Attenborough aborda la responsabilidad humana por la destrucción de la naturaleza que ha presenciado en su larga carrera. Después de que se estrenó el documental, Attenborough se sentó con el periodista televisivo Anderson Cooper para grabar un episodio de 60 Minutes, donde llama a su trabajo reciente una “declaración de testigo”. Explica que “el crimen”, refiriéndose a la crisis climática, “[ya] ha sido cometido”.


Attenborough también se ha convertido en un faro de esperanza, ofreciendo nuevas perspectivas para los naturalistas de toda la vida y pautas para los formuladores de políticas sobre cómo combatir la crisis climática y de biodiversidad. Entre sus propuestas más difundidas están frenar el crecimiento de la población, virar hacia energías renovables y proteger los océanos. Recientemente, ha comenzado a destacar el papel de los sistemas alimentarios mundiales en el cambio climático.


En 2020, justo antes de cumplir 95 años, Attenborough anunció que cambió su dieta y redujo drásticamente su consumo de carne en respuesta al cambio climático. “Debemos cambiar nuestra dieta. El planeta no puede soportar miles de millones de carnívoros”, dice en “A Life on Our Planet”, y señala que “la mitad de la tierra fértil de la Tierra ahora es tierra de cultivo, el 70 por ciento de las aves son domésticas, la mayoría pollos”.


La influencia de Attenborough es innegable. Hasta ahora, ha recibido 32 títulos honoris causa solo en el Reino Unido, más que cualquier otra persona, y tiene más de 40 nombres de especies de animales y plantas que están inspiradas en él. Sus series ocupan 11 de los 13 primeros lugares en la lista de Stacker de los 30 mejores documentales y miniseries de una sola temporada sobre la naturaleza de todos los tiempos, basada en las calificaciones de los usuarios de IMDb. En 2019, se informó que "Our Planet" era el documental original más popular de Netflix, visto por 33 millones de personas en su primer mes. Y llegó a 100 millones de personas dos años después.


Sus programas también han causado un gran revuelo en el extranjero. Según el Sunday Times, “Blue Planet II” (2017) tuvo tantos espectadores en China, “que ralentizó temporalmente el internet del país”. “Life on Earth”, estrenada en 1979, fue vista por una audiencia global estimada de 500 millones. Entre otros premios y nominaciones, ha ganado ocho premios BAFTA por documentales realizados en blanco y negro, color, 3D, 4K e incluso realidad virtual.


El amado locutor cumplió 96 años este mes, poco después de recibir el premio ambiental más importante de la ONU, Campeón de la Tierra. “Si tenemos la posibilidad de evitar el colapso climático y de la biodiversidad y de limpiar los ecosistemas contaminados, es porque millones de nosotros nos enamoramos del planeta que él capturó en video y por escrito, con su voz”, afirmó la directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen. Y ella podría tener razón.


Muchos de los documentales de Attenborough están disponibles para el Reino Unido en el sitio web de la BBC. Lastimosamente, el acceso puede estar limitado en otras partes del mundo.

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